Expertos neurocientíficos consideran que la reserva cognitiva se construye con las experiencias cognitivas de la vida de una persona. La educación, la ocupación laboral y las actividades de ocio cognitivamente estimulantes se consideran experiencias que contribuyen a la generación de dicha reserva. Pero, ¿todas tienen el mismo peso? ¿importa el cuándo se realizan para que tengan un mayor impacto?
La reserva cognitiva fue modelada como una variable para explicar las discrepancias entre el efecto esperado de la patología cerebral de una persona en su rendimiento cognitivo y el nivel de rendimiento que se observa en realidad. Conceptualizado como un rasgo moldeable, la reserva es un mecanismo potencial que todas las personas tenemos, por el cual los efectos de la patología cerebral pueden ser modificados por experiencias y hechos en el transcurso de la vida de una persona.
La educación, la ocupación laboral y las actividades de ocio son los marcadores comúnmente estudiados como posibles factores que condicionan la formación de dicha reserva. Las investigaciones sobre la materia concluyen que hay evidencias de que una mayor educación, unas mayores demandas cognitivas del trabajo y la participación en actividades de ocio intelectualmente estimulantes en el tiempo libre ayudan a reducir el riesgo de padecer demencia. Sin embargo, son pocos los estudios que exponen la cuestión desde la perspectiva de la interrelación entre estos factores y la importancia de cada uno en la construcción de la reserva cognitiva. Por ejemplo: ¿Son sus efectos independientes? ¿Prevalece alguno sobre los otros? ¿Es mayor su efecto si se combinan los distintos factores?
En 2011 se publicó un estudio en el “Journal of the International Neuropsychological Society” que analizaba la relación de algunos de estos factores y su importancia en la generación de la reserva cognitiva. Los factores analizados fueron el estatus socioeconómico, la educación, las actividades de ocio a la edad de 40 años y la inscripción a cursos en la vejez.
En contraste con otros estudios, que establecen que la educación es un factor generador de reserva cognitiva, este estudio no encontró relación de la educación con la generación de la reserva cognitiva cuando la educación era el único factor que se tenía en cuenta. Una posible interpretación que dan los autores a esta discrepancia es que el nivel de educación podría reducir el riesgo de padecer demencia a través de otras vías como por ejemplo, impactando en una mejor salud general, en un mejor nivel socioeconómico, etc.
Profundizando más en la explicación, se observa que la reserva cognitiva se construye mediante el ejercicio de la propia capacidad mental a lo largo de toda la vida y la educación desarrolla esta capacidad, principalmente y en la mayoría de las personas, en las etapas tempranas de la vida. Después de terminar la educación formal, las actividades laborales y las actividades de ocio proporcionan un ejercicio mental continuo y una estimulación que son fundamentales para seguir desarrollando y manteniendo la reserva cognitiva. De hecho, otro trabajos recientes sugieren que la actividad cognitiva durante la edad adulta puede compensar el bajo nivel educativo anterior.
Estudios previos han informado de que las actividades de ocio cognitivamente estimulantes se asocian con menores tasas de demencia y un deterioro cognitivo más lento. En consonancia con esto, este estudio encontró asociaciones moderadamente fuertes entre la reserva cognitiva y las actividades de ocio cognitivamente estimulantes a los 40 años. En sus conclusiones, los investigadores siguieren que la actividad cognitiva durante la mediana edad es especialmente importante para la construcción de la reserva cognitiva.
Esto puede suponer un avance muy importante en el concepto de la reserva cognitiva y su función protectora en el deterioro cognitivo y demencia. Aunque ya no podamos cambiar lo que hemos hecho hasta ahora y la educación que hayamos recibido, nunca es tarde para realizar actividades de ocio cognitivamente estimulantes y aumentar nuestra reserva cognitiva.
Bibliografía consultada: Reed, B.R. et al. (2011). Cognitive activities during adulthood are more important tan education in building reserve. J Int Neuropsychol Soc, 17 (4), pp. 615-624
Judith Mata
Psicóloga General Sanitaria / Neuropsicóloga (col. 22.407)